Nombre científico: Hydrochoerus hydrochaeris
Roedor gigante, extremadamente social, asociado siempre a zonas acuáticas.
Cómo es la capibara en su entorno natural y qué papel cumple en los ecosistemas de agua dulce.
La capibara es un gran roedor sudamericano que vive en grupos sociales cerca de ríos, lagunas y pantanos. Pasa gran parte del tiempo descansando o alimentándose en las orillas.
Habita sabanas inundables, zonas de humedales y márgenes de ríos de corriente lenta. Necesita acceso constante al agua para regular la temperatura y escapar de depredadores.
Es extremadamente social: suele vivir en grupos de 10 a 20 individuos, aunque pueden formarse agregaciones mayores. La comunicación incluye vocalizaciones, olfato y conducta de acicalamiento mutuo.
Posee patas parcialmente palmeadas y ojos, orejas y nariz en posición alta, lo que le permite nadar con gran habilidad y mantener la cabeza fuera del agua mientras el cuerpo permanece sumergido.
Las poblaciones silvestres se ven afectadas por la pérdida de hábitat y la caza en algunas regiones, aunque en general la especie se considera de preocupación menor. El mantenimiento de humedales saludables es clave para su futuro.
Datos llamativos sobre la capibara que muestran lo especial que es dentro de los humedales sudamericanos.
Resumen visual de los aspectos más críticos para el bienestar de Capibara en cautividad.
Requiere recintos de gran superficie con acceso permanente a una zona amplia de agua. Espacios reducidos provocan estrés, conflictos y problemas de salud.
Es una especie fuertemente social. Mantener individuos aislados se considera inadecuado para su bienestar y solo debería darse en situaciones clínicas o excepcionales.
Su mantenimiento responsable está reservado a centros con personal especializado (zoos, reservas o santuarios). Requiere conocimiento en manejo de grandes herbívoros y veterinaria de fauna salvaje.
Información orientativa centrada en centros autorizados. No se recomienda su mantenimiento como “mascota doméstica”.
Los recintos deben combinar amplias praderas con acceso directo a lagunas o piscinas de gran tamaño. El sustrato debe permitirles caminar y tumbarse cómodamente, evitando suelos duros o resbaladizos.
Deben mantenerse en grupos estables, respetando la estructura social natural. Es fundamental evitar el aislamiento y planificar bien la composición del grupo para reducir conflictos.
Dieta basada en forraje de calidad (heno, hierba fresca), complementada con verduras y piensos específicos formulados para herbívoros. El acceso continuo a agua limpia es imprescindible.
Necesitan enriquecimiento ambiental, revisiones veterinarias periódicas y control del peso. El estrés crónico puede manifestarse en conductas estereotipadas o problemas dermatológicos.
Esta información es de carácter educativo. La prioridad debe ser siempre la conservación de los ecosistemas naturales y el bienestar de los animales que viven en ellos.