Nombre científico: Carassius auratus
Pez ornamental tradicional, perfecto para estanques y acuarios amplios.
El pez dorado procede de carpas asiáticas domesticadas hace siglos.
Desciende de carpas asiáticas que habitaban ríos y lagos de aguas templadas. En estado semi-salvaje se encuentra en estanques, canales y masas de agua con corriente suave.
Es un pez gregario que forma grupos para alimentarse y desplazarse. Pasa gran parte del tiempo rebuscando alimento en el fondo y entre la vegetación.
Cuando se libera en la naturaleza fuera de su rango original puede volverse invasor, alterando ecosistemas y desplazando a especies nativas. Nunca debe soltarse en ríos o lagos.
Algunos datos curiosos sobre el pez dorado que ayudan a entender sus necesidades reales.
Puntos clave para ofrecer buenas condiciones a un pez dorado en acuario o estanque.
Son peces de gran tamaño y muy activos. Requieren acuarios grandes o, idealmente, estanques amplios con mucha agua disponible.
Producen muchos desechos, por lo que requieren filtración potente y cambios de agua frecuentes para evitar acumulación de tóxicos.
Pueden convivir con otros peces dorados y especies de tamaño similar y temperamento tranquilo, siempre en instalaciones dimensionadas al grupo.
Consejos generales para un mantenimiento responsable, alejados de la imagen de “pez de pecera”.
Puede ser una buena opción si se dispone de un acuario grande o estanque y se comprende su tamaño adulto real. No lo es si se pretende mantenerlo en recipientes diminutos.
Mantenerlos en peceras pequeñas, no usar filtro, alimentarlos en exceso o mezclar muchas especies distintas en poco volumen de agua.
Bien cuidados pueden acompañar a la familia durante muchos años. Antes de adoptarlos, conviene planificar el espacio que necesitarán como adultos.